Cartas de Indrani

Queridas almas:

¿Cómo imaginamos cada uno de nosotros la belleza? ¿Tienes alguna imaginen asociada a ella?

Cuando me siento a meditar comienza a atardecer. Estoy frente al ventanal que se abre hacia el río. Me coloco en la postura de meditación y cierro un momento los ojos, un primer contacto con la columna y el mundo interior. Tras unos instantes, los abro de nuevo. Y contemplo la Belleza. En la luz delicada del final del día, los espinos, en plena floración, enmarcan la escena que abarca mi mirada. Su blancura resalta sobre el verde brillante de los prados. La figura redondeada que crean sus ramas tendiéndose como una cabellera de pétalos inmaculados armoniza con la esbeltez de los chopos, ya cubiertos de hojas. Verde tierno y blanco, y al fondo el verde viejo de los encinares en la colina.

¡Hay tanta belleza a nuestro alrededor! ¡Tanta belleza y alegría en la vida! No me refiero tanto a la belleza del paisaje como a la de las actitudes, el comportamiento, los pensamientos. Quizá me digas: «Pero al mismo tiempo existe la fealdad». Sí, al mismo tiempo, la fealdad. No puede ser de otra forma en el mundo físico. La base de la creación material es dual; belleza y fealdad se emparejan, no puede existir una sin la otra.

Piensa en ello, sin la fealdad no podrías gozar de la belleza. Así pues, aceptar la fealdad como una expresión de la Naturaleza imprescindible para que la belleza resplandezca te dará la serenidad necesaria en los momentos en que lo feo predomine.

Por una parte, considerar la dualidad belleza/fealdad, saber que son inseparables, te aportará calma ante lo feo. Pero además, ante lo feo, te hará tomar conciencia de que tras ello vendrá la belleza.

Esta era mi reflexión ayer, mientras regresaba a casa tras el paseo por la ribera del Torío. Estamos en el reinado del espino albar, y en el camino un arbusto de espino intensamente blanco me hizo detenerme. Era tal su belleza que me llevó a la idea: «¿Existirá un mundo donde solo haya belleza?». Sí, existe ese mundo. En el estado en que ya no te afecte la dualidad desaparecerán los contrarios. La belleza no tendrá que ser compensada por lo feo. Vivirás únicamente en las cualidades del alma.

Vive por encima de la dualidad. En tu interior mantente siempre en la belleza, sin importar cuál sea el escenario en que deba desarrollarse tu vida externa.

Desde la belleza del alma,

Indrani

«Cartas desde el camino. Pasos de una discípula de Yogananda» de Indrani Cerdeira