Cartas de Indrani

Queridas almas:

El delicadísimo aroma de la madreselva ¿es una fragancia del mundo material? Sí, el arbusto tiene forma delimitada y peso, por tanto sus demás características serán también materiales. ¿Y las múltiples tonalidades rojas de un pastizal seco al declinar el sol? Sin duda pertenecerán igualmente al mundo material, como unidas a la consistencia de las plantas que forman el pasto. ¿Y la concatenación de ciertos sucesos que pudieran parecer sin ninguna ligazón entre sí? ¿Y las soluciones que brinda el universo en respuesta a un ruego? ¿Y la levedad que toma a veces la existencia?

Si prestamos atención, descubriremos que pequeños milagros se despliegan a nuestro alrededor con más asiduidad de lo que pudiéramos creer. Nos llegarán intuiciones sobre los pasos a dar, por ejemplo, que vienen a nosotros para aliviarnos ante la necesidad de elegir un camino; claras «visiones» que expanden nuestro corazón y le evitan equivocarse; sucesos que confirman lo adecuado de una decisión; acontecimientos que nos hacen sentir el funcionamiento de la ley cósmica de causa y efecto.

Junto a esto, percepciones de colores, aromas, imágenes revestidas de una sutileza que ponen nuestro pensamiento en un mundo más refinado que el mundo físico. Y, sobre todo, la percepción de nuestra propia vida desenvolviéndose de una forma más ligera que la correspondiente a la vida material.

¿Queremos observar, siempre, el mundo bajo este prisma? ¿Existe algún medio de aumentar la frecuencia y la intensidad de estas sensaciones? Sí, existe, este medio es la meditación. La meditación cambia la forma de percibir el mundo exterior mientras va transformando nuestro mundo interior. Agudiza nuestros sentidos, los refina, y nos permite ir captando la manifestación del mundo astral en el mundo físico. Poco a poco nos muestra las realidades de ese mundo entreverado en el mundo material y a nosotros mismos como parte de esa realidad.

Gracias a la meditación nuestro ser se purifica, y esta purificación nos permite experimentar una existencia más luminosa, más refinada, más dulce abriéndose paso entre la más burda vida material.

Practiquemos con profundidad la meditación que nos muestra la belleza, la calma y la luminosidad que discurren por el mismo cauce que nuestra más prosaica vida cotidiana.

Desde la refinada alma,

Indrani

«Cartas desde el camino. Pasos de una discípula de Yogananda» de Indrani Cerdeira