Cartas de Indrani

Queridas almas:

Si la existencia humana es en sí misma incierta: ¿cuál es su origen? ¿a dónde conduce? ¿qué nos espera tras ella?... actualmente la incertidumbre se ha acentuado y se ha amplificado. En general, hay una tendencia a dejar las preguntas sobre el devenir de nuestra existencia un poco en el aire, o a no pensar demasiado en ellas, y alejar así la incertidumbre. Actualmente, sin embargo, la incertidumbre está tan próxima, que nos rodea. ¿Hacia dónde se desenvolverá la vida mañana, hoy mismo?

La actitud puede seguir siendo de cierta lejanía y, por tanto, de cierto alivio: cuando desaparezca el virus, cuando se ponga a punto una vacuna, cuando todo vuelva a ser como antes… o mucho más dramática, pero en ambos casos el mundo que nos envuelve tiene un tinte de tragedia. ¿Es esta la realidad en que tendremos que vivir, durante cuánto tiempo?

Cierra un momento los ojos e imagina la realidad más bella y noble que pueda alcanzar tu imaginación. Quizá sea una realidad de colores vivos, brillantes; o una realidad de luz; o de amistades fieles; de relaciones donde reine la confianza; de paisajes verdes por encima del mar; de cielos resplandecientes; de espacio; de praderas floridas a los pies de las montañas; de pureza… Visualiza con la máxima claridad esa realidad, la que más anhelas, en la que desearías vivir. Disfruta de ella.

Sería magnífico gozar de la realidad que has imaginado y que probablemente te parezca inalcanzable. Y, sin embargo, por muy grandiosa que puedas haber hecho tu creación, existe una realidad mucho más elevada, más luminosa, más vibrante de color. Es una realidad que no tienes que imaginar, porque ciertamente existe. Tampoco tienes que situarla en el futuro, ni próximo ni lejano, porque existe en este mismo instante. No necesitas emprender un largo viaje para buscarla, no se encuentra en ningún país distinto de tu país. Ni siquiera tienes hacer el más mínimo movimiento externo, el más mínimo cambio de paisaje o de escenario. Esa realidad se encuentra justo donde tú estás, en este momento, en tus circunstancias actuales.

He dicho que no tienes que emprender un largo viaje para buscarla y es así, el viaje es corto si tú lo haces corto; porque se trata de un viaje tan especial que su duración la determinas tú. También dije que no tienes que trasladarte, físicamente, a otro lugar, y es así; es un recorrido en la inmovilidad.

Sin duda ya has adivinado de qué realidad hablo. Sí, es la realidad interior; la más bella, luminosa, noble realidad. Paramhansa Yogananda dice de ella que está más allá de toda imaginación.

Por muy grosera, dolorosa o incierta que sea tu realidad exterior, entra en ti mismo. Allí encontrarás el camino más sorprendente, más gratificante que jamás hayas soñado. Cuando lo sigas, la realidad que está más allá de toda imaginación se desplegará ante tus ojos. Podrás vivir en ella. A medida que vivas en ella, no solo podrás disfrutarla en los momentos en que, inmóvil, te vuelvas a tu interior. Gradualmente transformará también la más burda realidad externa.

Y, sobre todo, la realidad interior despejará toda incertidumbre.

Desde el alma, más allá de toda incertidumbre,

Indrani

«Cartas desde el camino. Pasos de una discípula de Yogananda» de Indrani Cerdeira