Queridas almas:

No puede haber un comienzo de año más puro que el de este año. Ayer nevó, y hoy, sobre el paisaje blanco, amaneció un día resplandeciente de cielo azul y tierra de cristal brillando al sol. El camino del río no era un camino, era un campo de estrellas centelleando en la mañana, una extensión de posibilidades ilimitadas destellando frente a nosotros.

No puede haber un comienzo de año más cargado de esperanzas, del deseo de comenzar una nueva vida, que este año. No solo del «deseo» sino, sobre todo, de la determinación a comenzar una vida nueva. El año pasado, con todo su lastre de dolor, sufrimiento, pérdidas… se ha ido. Comienza un periodo absolutamente nuevo, inmaculado, donde se despliegan las infinitas posibilidades que —parafraseando a Paramhansa Yogananda— nos pertenecen por derecho. Sí, nos pertenecen, tenemos derecho a ellas, no podemos amedrentarnos ante la idea de utilizarlas. Este es el momento de empezar a vivir de la forma más colmada de sentido y de fuerza que se haya experimentado jamás.

El año pasado fue una época de prueba. ¿Hasta dónde podemos llegar? ¿Estamos dispuestos a sobrepasar los límites que nos habíamos marcado? Quizá hayamos podido darnos cuenta de que somos capaces de rebasar muchos límites y, si no ha sido así, dispongámonos a hacerlo. Esta mañana inmaculada es el terreno inmaculado de nuestras capacidades, de nuestras fuerzas y de nuestra brillantez.

El año anterior, como todos los años anteriores, fue también una época de entrenamiento. A muchos de nosotros nos entrenó para comenzar ya una nueva vida. Y, si os sirve de algo mi experiencia, puedo deciros que vencer el reto de comenzar algo nuevo es abrir de par en par las puertas a nuevas oportunidades. Adquirir una nueva destreza es un proceso de aprendizaje. Como todo aprendizaje, proporciona herramientas para un aprendizaje mayor. Adentrarse en un camino nuevo enseña a desbrozar nuevos caminos.

Sin duda emprender una actividad nueva, que lleva a la comprensión de un nuevo lenguaje, facilita el uso de ese lenguaje para otras empresas. Pero creo que disponerse a romper nuestras limitaciones va más allá. Siento que moldea la conciencia, la flexibiliza y la expande. Y esta flexibilidad y expansión crean una nueva conciencia.

Comencemos una nueva vida con una nueva conciencia. Una conciencia de posibilidades, oportunidades, expansión, ilimitación.

¡Comienza una nueva vida!

Desde la vida siempre nueva del alma,

Indrani

«Cartas desde el camino. Pasos de una discípula de Yogananda» de Indrani Cerdeira